sábado, 29 de diciembre de 2012

LA NECESIDAD DE ESPIRITUALIDAD

LA NECESIDAD DE ESPIRITUALIDAD

Por: Pavlusha k. Luyando Joo

Cuando la gracia nos acompaña todas las potencias de la voluntad y el entendimiento se alimentan: Dios se manifiesta. Por ello, la vida espiritual es imprescindible en el proceso de construcción de nuestra personalidad; más aún es pieza fundamental para la construcción de la humanidad.. Una vida sin Dios, es como una planta sin agua; se marchita al igual que el espíritu, la ausencia de una espiritualidad conlleva al empobrecimiento de las dimensiones humanas.

¿Por qué el hombre solo se acuerda de Dios mayormente ante una desgracia personal?, deberíamos acordarnos de Ël en todo momento y en todo lugar. El espera que le hablemos, que le pidamos, que esté presente en nuestras vidas.

La paganización moderna, es la misma que la de antes: una vida sin Dios, sin puntos de referencia claros. La globalización a traído como consecuencia el paganismo masificado: la creación de un hombre incapaz de acercarse a la verdad, relativista; todo (hasta lo malo) lo permite, la palabra “derecho” es la que enmascara las perversidades más grandes que hace el hombre. Peor aún, justifica lo malo con marcos teóricos y palabrejas de difícil comprensión; el sofismo moderno impera y justifica lo injustificable.

No hay nada más hermoso, que dedicarse unos minutos a Dios; en el silencio de una pequeña oración. Procuremos tener esa sana costumbre y enseñémosla a los más jóvenes, estoy seguro que así se puede cambiar el mundo.

LA HUMILDAD Y LA SOBERBIA


Por: Pavlusha K. Luyando Joo

La humildad es fundamento de todas las virtudes, es la primera gran virtud” (San Cipriano); la cual sino es ejercitada la persona se pierde. Así como el árbol gracias a su raíz puede crecer fuerte y erigirse hacia arriba; de la misma forma la humildad nos permite avanzar a niveles más altos de perfección.

La humildad no se puede entender con la teoría; sino más bien se aprende a través de actos de humildad. El desprecio, la segregación, la codicia, el egoísmo y la soberbia son contrarios a la humildad. Justamente estos son las grandes enfermedades espirituales del hombre moderno el día de hoy.

El humilde sabe que no lo puede todo, entiende claramente sus limitaciones, ve su miseria; por ello ante su bajeza no tiene reparos en mirar a Dios. El soberbio en cambio es autosuficiente, cree que lo puede todo y prescinde de Dios: ¿..para que quiero a Dios si lo puedo todo..?

El hombre soberbio, inventa teorías que son prolongación de su misma soberbia; ciencia que prescinde de Dios.

Todos de alguna forma estamos impregnados de este gran mal, hagamos esfuerzos y pidamos la gracia para vencerla con humildad….

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