miércoles, 30 de julio de 2008

HABLEMOS DE LA FAMILIA


Por : Dr. Pavlusha Luyando Joo
Policlínico Sagrada Familia
Lima-Perú
luyandojoo@yahoo.com

La familia es la célula básica de la sociedad; es la estructura fundamental.
La familia es el pilar, de cuya solidez va depender la clase de sociedad que se pretende construir. Si la familia engendra tiranos egoístas, violentos; en la sociedad se reflejará lo mismo. En cambio si la familia genera personas piadosas, solidarias, exitosas, con un profundo respeto a la vida y por Dios, la sociedad se fortalecerá y puede hacer cambios muy profundos en una comunidad o hasta en una nación determinada.
Reflexionemos por un momento y preguntémonos:¿como esta la sociedad en la actualidad?... Entonces sabremos como están las familias.
Gran parte de las taras del individuo se gestan en familias destruidas o desestructuradas. En los países donde el divorcio se facilita, se da un elevado y creciente de jóvenes violentos, deprimidos y muchas veces inadaptados para la vida en convivencia; esto por hacer sido privados de ambientes y medios familiares adecuados. En Uniform Crime Report (1976) se detalla que en EEUU de los menores procesados por delitos comunes en EEUU, el 82% son hijos de divorciados.
La calidad de relaciones dentro de la familia es muy importante, incluso podría ser un gran preventivo para muchas enfermedades que van desde las patologías psicológicas y físicas.
Por ello es importantísimo que los esposos luchen por la familia a brazo partido, no solamente esmerándose por dar beneficios materiales a los hijos, sino a través de un correcto ejemplo y una vida muy cristiana.
El diálogo entre la pareja y los hijos es muy importante, allá donde no hay diálogo es difícil superar los problemas mas cotidianos en la familia, que a la larga pueden traer consecuencias, sobre todo en los hijos a pesar de provenir de “familias bien constituidas”. Es decir la familia cumple el rol perfecto si es que en ella esta: 1.Dios, 2. el buen ejemplo de los padres, y 3.el diálogo entre los miembros de la familia.
La falta de diálogo es mortal, ya que sin el no se puede llegar a la reflexión, a la disculpa de la falta, o a poner el orden necesario en la familia.
Algunos padres de familia a veces sacrifican a la familia -muchas veces sin necesidad- por largas horas de trabajo; para colmar las expectativas materiales. Esto puede ser un gran error, ya que lo material no suplanta al diálogo, o a la presencia de los padres.
Otros padres de familia se ven obligados por necesidad a dejar los hijos en casa para traer un pan, lamentablemente los empresarios no toman en cuenta la importancia de humanizar el trabajo para el bien social.
Por ello los padres de familia deben estar en “alerta reflexiva” constantemente, ya que el ritmo voraz de los mensajes que inundan la sociedad, están dirigidos a socavar la estructura familiar.
La idea del “éxito” y la ansiedad por crear bienes solo materiales por ejemplo son un abismo seguro para aniquilar la familia.
De otro lado la ideología que se pregona abiertamente y sin ningún recato moral como la del ”sexo libre”, o el matrimonio entre homosexuales, la legalización del aborto, las leyes que incitan al libertinaje sexual de los jóvenes o la legalización de las drogas, hacen que los medios masivos de comunicación muestren un mundo descontrolado y sobre todo den a entender a la población que vivir “sin límites” es lo mejor y lo mas moderno. Esto crea una diferencia muy grande entre lo que debemos aspirar para la familia y el modelo que los Medio masivos ofrecen.
Por ello es importante esfuerzos denodados de los padres que consecuentemente optan por el sacrificio de educar buenos hijos, bueno ciudadanos, porque saben que es la única vía de cambiar la sociedad.
No renunciemos jamás a luchar por la familia.
“Pero el que hace la verdad va a la luz, para que se vea que sus obras han sido hechas por Dios” Lc 3, 21


Encuesta: ¿Es importante para Ud. luchar con sacrificio por la familia?

martes, 29 de julio de 2008

Dominio de las pasiones, adulterio y divorcio


Por: Dr Pavlusha Luyando Joo
Médico-cirujano
Policlinico Sagrada familia
Lima-Perú
luyandojoo@yahoo.com

La tendencia del ser humano hacia el mal se evidencia a través de la historia de la humanidad. La violencia, el egoísmo, la intolerancia; son –como para poner un ejemplo; reflejo de las grandes miserias humanas. La lucha entre el bien y el mal acompañará al individuo hasta su muerte. El alma -como afirmaba Platón- se puede comparar a un carro tirado por dos caballos alados, uno dócil (el bien), y otro díscolo (la tendencia negativa), dirigidos por la razón, que se esforzará en conducirlo bien.

Sin embargo esta tendencia hacia lo negativo; esta personificada de diferente forma en el hombre y la mujer.
El hombre se caracteriza por tener una fijación a lo corpóreo, más carnal, mas impulsivo, a poco reflexivo. En cambio la mujer en cambio tiende a lo espiritual, y a lo reflexión mas profunda.

Si es que el hombre llega a tener una unión formal con la mujer en le matrimonio, y si es que no ha sabido dominar sus impulsos con respecto a su tendencia a la lujuria, puede incluso tornarse violento con la esposa cuando no satisface ese instinto. De ello se deduce la relación entre violencia y satisfacción sexual. Por ello el dominio de la esfera instintiva primaria (sexo, ira, hambre), es fundamental en todo ser humano que pretende llamarse racional.
La mujer en cambio quiere poseer el alma del hombre, no se enamora tanto del cuerpo del hombre sino se enamora de “algo” que va más allá, es decir el alma del hombre. Así el hombre quiere poseer a la mujer a través de su cuerpo y la mujer quiere dominar el alma del hombre a través de su posesividad, incluso chantajea al hombre a través de su cuerpo para “que no se vaya con otra”.
Podemos imaginar de esta forma que si la mujer y el hombre llegan al matrimonio(o al noviazgo), sin dominio de sus pasiones, en una relación dirigida a satisfacer sus instintos; la resultante será una relación de Posesión y no una relación de Amor verdadero.
La mujer y el hombre en el matrimonio renuncian el uno al otro; para darse y para entregarse en una especie de sacrificio que exige paciencia y tolerancia en base al amor entre los dos.

Una unión matrimonial basada en la satisfacción de las pasiones no es un buen pegamento (Bojorges). De ello derivan las relaciones matrimoniales que poco a poco se tornan irritantes por ambas partes, incluso se llega de esta forma a la separación o al divorcio.

Por ello es muy importante que en el enamoramiento y en el noviazgo la pareja empiece la preparación para la unión que tendrán de por vida; aquí es necesario que se aprenda lo mas importante; el dominio de la esfera sexual, lo que el periodo de castidad en el noviazgo no es algo tirado de los pelos, De otro lado se cuestiona también la propaganda masiva favor de los anticonceptivos, ya que implantan en el individuo una conducta de descontrol –y hasta libertinaje-, frente a la lujuria.

Es decir; el hombre tiene que renunciar a la fijación corpórea, y la mujer debe renunciar a su posesividad; y es; en esa renuncia en donde nace el verdadero amor. Ya que a través de esto solo se pueden apreciar otras cualidades que trascienden el cuerpo; como la inteligencia, el sacrificio, la bondad y otras virtudes de la pareja.

En cuanto al hombre que no ha renunciado a su lujuria, fácil es que la satisfaga en un adulterio. Así también la mujer su renuncia a su posesividad irá a los brazos del amante.
Por ello un requisito para el matrimonio es la renuncia de sí; y esto hay que decirlo bien claro porque sino generaremos futuros hogares destrozados y niños con grandes problemas psicológicos, que han sufrido en el trance del divorcio de sus padres.

La mayoría de uniones modernas, la relación esta basada en lo corpóreo, en lo instintivo; es decir esta cimentado sobre un edificio de arena, que tarde o temprano caerá.


Encuesta: ¿Esta Ud de acuerdo con la práctica de la castidad en el noviazgo?
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