Por: Pavlusha K. Luyando Joo
Médico
Lima Perú
Si el progreso científico no se encausa, el progreso se viene en contra del hombre, no todo lo técnicamente posible; es moralmente correcto, por lo consiguiente; el profesional científico dentro de su rol debe considerar hasta donde llegar sin rebasar los límites de lo moral.
La ciencia debe apuntalar a crear condiciones para el progreso y la realización del hombre; para realzar su dignidad como tal.
Uno de los casos mas frecuentes es el tema de la manipulación genética. Muchas de las investigaciones actuales de este tipo va en desmedro del sacrificio de embriones; lo cual atenta contra la dignidad del ser vivo. Por ello es necesario tener parámetros determinados para saber cual es nuestro límite; sin ello se corre el riesgo de cruzar la frontera de la trasgresión de la dignidad del ser humano, de los valores morales, de agredir a un ser humano.
Desgraciadamente en la actualidad la ciencia no puede distinguir lo que de be ser bueno para el ser humano de lo nocivo.
Se han dado casos por ejemplo (en la segunda guerra mundial), en donde los científicos Nazis consideraban bueno hacer experimentaciones en seres humanos (judíos en campos de exterminio) ; ya que “de igual forma iban a morir”.
Al ver como el hombre moderno actúa e interacciona con su prójimo y contra el mismo, traduce las ideas deshumanizantes que en él en la actualidad predominan; por ello no es de asombro que se quiera legalizar el aborto, que se permita consumir drogas, que la pornografía se muestre públicamente, que se quiera “normar” el sexo de adultos con adolescentes; etc, las miserias del individuo afectan a lo social.
Es importante –en la medida de lo posible-, repasar la historia, ya que a menudo los mismos errores se repiten a lo largo de ella; sin embargo existe la tendencia de no aprender de ellos.
A raíz de todo lo expuesto tenemos que reconocer el valor de las creencias religiosas; de la Fe; ya que justamente es la que propone puntos referenciales básicos en cuestión de la moral. La Fe no es ni podrá ser jamás un obstáculo para la ciencia; muy por en contrario; la Fe en este caso carga a la ciencia de herramientas que permiten preservar la vida del individuo en sus dimensiones físicas, sociales, psicológicas y espirituales.
Es un problema, cuando el científico no tiene patrones de referencia en relación con la dignidad moral; esto ocasiona que el científico se llene de atribuciones en cuanto a la vida del individuo.
Como hace poco en Inglaterra un grupo de investigadores de la Universidad de Newcastle, extrajeron el núcleo de un óvulo bovino y lo sustituyeron por otro de una célula cutánea de un humano. Mezclar material genético de un animal por el de un humano no contempla absolutamente la dignidad humana.
La Ciencia crea herramientas para servir al ser humano, para mejorar y servir al hombre; cuando esta se pone en contra del hombre y hace daño; ya no sirve para nada.
Esa es la gran reflexión, que debemos aceptarla: “La Ciencia debe estar al servicio del hombre y no para su destrucción”.