LA SOBERBIA: SU REMEDIO
Por: Pavlusha Luyando Joo luyandojoo@yahoo.com Lima-Perú Debemos siempre cavar en el conocimiento de nuestras propias miserias y flaquezas. Sin embargo procuremos que al mirar nuestra realidad, no nos vengan tristezas, que nos ahoguen y nos paralicen. Tristezas paralizantes : el mal del escrúpulo. Reflexión de nuestras caídas y confianza en el Creador: peldaños para avanzar a la perfección. Es necesaria la actitud reflexiva, y una tristeza templada. Nunca debemos parar en la reflexión; recordemos siempre que somos imperfectos y que tenemos una evidente inclinación hacia el mal . Muchos que logran avances importantes en la contemplación y oración, fácilmente caen en la soberbia. Por ello es menester que siempre nos acordemos que fuimos en nuestra vida pasada y como Dios nos ha sacado de ella. Muchas veces Dios nos escoge para determinado apostolado, no por nuestras grandes virtudes; sino para ayudarnos a redimirnos; para que de alguna forma “paguemos la factura pendiente”, de esa forma...