¿Tolerancia o el silencio cómplice?
Lima-Perú
En nuestros tiempos está cada vez
más aceptada la actitud de callar frente a lo que no está bien. El silencio
cómplice (el que calla otorga) no es más que un permisivismo con la careta de
tolerancia. De hecho pocos quieren hacerse problemas.
Hoy el que dice las cosas claras
es catalogado de “intolerante”, de “extremista”, “fanático”, mucho peor cuando
uno esgrime argumentos morales y de Fe. Estamos más bien en tiempos donde
existe una exacerbada Teofobia , que en realidad es el miedo por no reconocer el
camino equivocado, y claro es lógico, porque hay que justificar de alguna forma
los malos actos; sin Dios el hombre puede hacer lo que se le da la gana, lo
vemos todos los días.
Hoy lo que se carece es de una tremenda falta de examen de conciencia,
quizás por eso se prefiere por un lado la espiritualidad “libre” “persona”, “a
mi manera”, light, en donde no haya presiones, ni mucho menos conciencia que te
juzgue; escoja Ud. la secta que prefiera, con la orquesta que mejor suene con
el orador que mejor impostación voz tenga y que le prometa dinero, bienes
materiales. Se busca al Dios que no te diga nada, por eso... ¿para que Dios?.
Y del otro extremo son seguidores de la corriente también conocida en el
renacimiento como el “progreso
indefinido”, con la cual pretende encontrar la felicidad solo en base a
la inteligencia del hombre; objetivamente: un desacierto; sino compare en la historia la calidad moral que han tenido personajes como Hitler, Pol pot, o aquí en América los regímenes dictatoriales.
La miopía llega a extremos, y ante la decadencia globalizada valores
se asume como responsable a cualquier cosa menos haber dejado de lado al Creador.
Una cosa es tolerancia y otra cosa es el silencio cómplice. Son
tiempos duros y la única respuesta frente a todo ello es la perseverancia y ser consecuentes cuando se esgrime la verdad.
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