¿QUÉ ES EDUCAR?
En la pedagogía moderna está cada vez más arraigado el modelo
educativo en el cual se considera que una buena educación consiste en el
almacenamiento de datos académicos.
Hoy en día con
las posibilidades infinitas de información que nos abre la tecnología moderna, se
ha posibilitado que el conocimiento no sea propiedad de eruditos; sino más bien
se convierta en un suceso masivo al alcance de todos.
El problema de hoy; es que al
tener acceso a todo tipo de conocimiento
de una forma mucho más sencilla, es necesario que el individuo sepa discernir acerca de la información que recibe, el conocimiento debe pasar por el filtro crítico del razonamiento; ya
que si esto no sucede, el hombre corre el riesgo de convertirse en un autómata
pasivo, gobernado por afirmaciones engañosas difundidas por los medios masivos.
Parece que no se entiende que la
buena educación consiste en ayudar a pensar con un discernimiento claro y sin ambigüedades.
De allí se estimula la mejor capacidad de elección del individuo con respecto a
sus actos.
En la actualidad la realidad
exige que se creen herramientas pedagógicas que hagan posible el buen
discernimiento, el buen pensar. Hoy vemos como la pérdida de discernimiento en
las nuevas generaciones hace que las personas crean en lo que dicen los buenos
palabreadores (sofistas modernos) sin pasar por el ejercicio crítico necesario.
Los medios masivos modernos están
haciendo que el individuo se convierta en un mero receptor de información, muy
manipulable al antojo de quienes son dueños de estos medios. Por ello no es
raro que veamos tendencias masificadas a nivel globalizado traducidas en ideologías, modas cuya influencia sobre el individuo no le permite ser mejor ser humano.
En Latinoamérica uno de los
hechos más frecuentes vinculados a la
atrofia del discernimiento se ve en nuestros políticos, los cuales
copian por lo general modelos o tendencias de países del primer mundo. Por ello
vemos “aguerridos” congresistas o gobernantes que apasionadamente luchan por
legalizar la droga, el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo; etc.
las cuales si tan solo se cuestionaran desde un razonamiento honesto, no
resistirían una sola crítica.
Corremos el riesgo de que si no
enseñamos a pensar a las nuevas generaciones, se convertirán en robots de los
que tienen el control de la información.
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