La relación humana como herramienta terapéutica

Por: Dr Pavlusha Luyando Joo
Médico-Psicoterapeuta
Diplomado en Pastoral de la salud
Policlinico Sagrada Familia
Lima-Perú
luyandojoo@yahoo.com

Lo que verdaderamente identifica al hombre y al propio tiempo lo diferencia del resto de los seres biológicos es precisamente su condición de ser social, es decir, la capacidad de relacionarse con otros hombres en el propio proceso de creación de bienes materiales y espirituales. Este tipo de relación enfrenta al hombre a relaciones diversas que le crea la necesidad de adoptar las conductas que se consideran las más apropiadas o más dignas de ser cumplidas, según el consenso general del colectivo social al que pertenece (Menéndez R. La nueva dimensión de la relación médico-paciente en nuestros días. ed. Centro Félix Varela: 1997).

Desde que el hombre primitivo sintió por primera vez los sufrimientos de una enfermedad, recurrió a un semejante en busca de ayuda, este entonces trata de ofrecérsela según sus posibilidades. Con el tiempo surgiría alguien que, por vocación, características personales o designación del colectivo, se especializó en materia de salud y comenzó a aumentar su arsenal terapéutico.
Durante sus interacciones con los otros seres humanos el hombre establece diferentes tipos de relaciones, algunas de carácter superficiales y otras de carácter más complejo, donde al menos uno de las participantes debe saber ponerse en el lugar del otro, sentir hasta cierto punto como él o ella, y disponerse a ayudarlo en cualquier dificultad.

La Medicina es una de las áreas en donde no solamente se afecta la realidad física del paciente (el cuerpo enfermo), sino también la dimensión psicológica y espiritual.
Para nadie es secreto que una enfermedad no solamente afecta la salud física del paciente, sino también la psicológica; y muchas veces es motivo para afianzar sus creencias religiosas.

En Junio del año 2003 en el paraninfo del Ministerio de Salud realizamos una encuesta a 98 profesionales de la salud entre ellos Médicos, enfermeras, y obstetrices, se preciso que para el 44% de los profesionales encuestados le era mucho mas complicado abordar la dimensión psicológico-espiritual (P. Luyando-CENSI)
Estos datos reflejan de alguna manera la necesidad de sugerir que los médicos sean también capacitados en estos aspectos de la realidad humana. Mucha veces nos topamos con personas que se sienten enfermas, y los análisis clínicos arrojan todos negativo, y muchas veces el problema real son los sentimientos de culpabilidad, los cuales siente necesidad de expresarlos verbalmente. Allí el médico debe orientar su capacidad de escucha, y ayudarlo a orientar al paciente.

Ya en el pasado nos decían que el médico debía ser Sacerdote, padre y consejero; e la actualidad poco se forma a los estudiantes de medicina en estos aspectos, sino más bien se relega al aprendizaje autodidacta solo cuando ya se es profesional inmerso en la práctica.
¿Es que acaso será el reflejo de una realidad deshumanizante?.
Pienso que un cambio en esa dirección traería frutos muy grandes en la Medicina; hacer una Medicina humanizada, haría que se aprovechen mejor los recursos que se tenga a mano, la principal queja de los usuarios de servicios de salud es básicamente es la indiferencia o maltrato. solidaridad. En otra encuesta que realizamos en un hospital en donde yo laboraba, cerca del 70% de pacientes que esperaban la consulta; demandaban médicos con mas paciencia y atención.

Estoy convencido de que la ciencia sin humanidad no tiene sentido; y si la Medicina no tiene caridad perdió la esencia para lo que fue creada: ayudar al prójimo.
El sistema de Salud debe asegurase de que los médicos se formen de forman integral; dotarlos de herramientas necesarias para ayudar al paciente en todas sus dimensiones. El paciente se siente que es respetado cuando no solamente le prescriben una terapia o un medicamento sino cuando se les muestra que se respeta su dignidad en toda la expresión de la palabra.
Hace un par de días una mujer embarazada dio a luz en un baño de un Hospital, no se le prestó la atención debida a sus dolores, no la atendieron, dió a luz y felízmente no hubo complicaciones. De este tipo de cosas hablamos, de la necesidad de rehumanizar la medicina.

Una cosa que salta a la vista es que a los profesionales de la salud, se les capacita de forma magistral en técnicas y procedimientos y últimos logros de la medicina; sin embargo hay mucho descuido en formar médicos que sepan técnicas de comunicación y que sepan escuchar.
En un viejo Hospital de Roma en una placa en la pared reza lo siguiente: “Ven para ser sanado ; sino sanado al menos curado; y si no curado, al menos consolado”, lo último es también importante.