EL DOMINIO DE SÍ

Por : Dr. Pavlusha Luyando Joo
Policlínico Sagrada Familia
Lima-Perú
luyandojoo@yahoo.com

Una de las cosas que acompaña al hombre desde tiene uso de razón, es la tendencia a hacer el mal. Esta tendencia al mal esta vinculada con las pulsiones instintivas primarias que comparte de alguna forma con los animales: El hambre, la agresividad, y el apareamiento.
El hombre en la medida que reflexiona y hace uso de la razón, empieza a alcanzar el dominio de sí, empieza a diferenciarse de los animales por alcanzar el dominio de sus pulsiones primarias. De esa forma el hambre, la Ira y la lujuria presentes en él, se van poco a poco dominando.
Por ello el hombre se diferencia del animal, por el gobierno que tiene sobre sus instintos.
El Dominio de sí es importante, porque influye en las relaciones con sus semejantes, civiliza la convivencia entre los seres humanos. También aprende a proteger el medio que lo rodea, lo sabe cuidar para su propio beneficio.
Por ello es importante que los padres desde temprana edad, enseñen a los niños a dominar sus pasiones; y la forma de hacerlo es enseñarles a sacrificarse, a renunciar voluntariamente a lo que les gusta por su bien. Enseñarles que es necesario compartir los juguetes, que deben compartir un pan con el hermano; que deben ayudar en los deberes de la casa. Todo esto curte al niño para que mas tarde de adulto pueda ser una mejor persona.
El Dominio de sí tiene gran importancia, ya que forma el carácter y la disciplina; y hace al hombre mas reflexivo. El hombre reflexivo es el que piensa que es lo que mas le conviene, puede sacrificar y sacrificarse por el prójimo, puede darse en las circunstancias que así lo exijan. No es egoísta y por ser reflexivo; no es dominable y forja una personalidad idónea para enfrentar obstáculos difíciles.
Desgraciadamente, la cultura moderna embota al individuo de mensajes que llaman al descontrol, a la lujuria, a hacer lo que se le plazca; sin control, sin reflexión; sin medir consecuencias, mucho menos llama a la reflexión. Se crea de esta forma individuos egoístas, incapaces de pensar en el prójimo, que no entienden que es sacrificarse por algo o por alguien, creando individuos cobardes y dominables, autómatas de las modas, de los gustos de aquellos que elaboran los mensajes publicitarios. Individuos que en masa significarán la debacle de una sociedad que no encontrará líderes para mejorar su realidad.
En la actualidad vemos políticos, médicos, periodistas, artistas de TV; profesionales en general, padres de familia deshumanizados, que son fiel reflejo de una cultura empobrecida en valores, irreflexiva y desenfrenada.
Si no alcanzamos dominio de sí, ¿en que nos diferenciaremos de los animales?



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