Extraído de la colección "el cofre de la sabiduría" de J. canales Trintadaptado por: Pavlusha Luyando Joo
La virtud es hábito, costumbre, repetición de actos, es decir disciplina, voluntad, esfuerzo y perseverancia. Jesús nos dice que la virtud pasa por la puerta angosta que conduce a la felicidad y a la vida.
La verdadera virtud supone dominar las llamadas de instinto y las tentaciones. Nuestra realización humana y la formación de nuestro carácter dependen con mucho éxito que podamos tener en la lucha por vencer las tentaciones.
No es posible hablar de virtud sin lucha y sin victoria.
En la Sociedad contemporánea los hombres nos estamos haciendo sordos a esas lecciones. Hemos llegado a convertir los placeres en fines y a pedirles que den sentido a nuestra vida.
Vivimos por ello en un mundo de “placeres sin alegría”, porque lo placeres producen diferentes grados de excitación, pero no de alegría, lo que nos lleva a buscar placeres siempre nuevos, cada vez más excitantes. Realmente nada revela tanto como el hastío de los placeres.
El placer nos es mal en sí, pero se convierte en ello cuando se convierte en un fin y cuando aleja al hombre de su vocación auténtica: el amor.
¿Queremos un mundo mejor? Forjemos verdaderas virtudes
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