La Reflexión una necesidad

Por: Dr Pavlusha Luyando Joo
luyandojoo@yahoo.com
Lima Perú

Aquel que reflexiona, deja escuchar a su conciencia. La reflexión diaria a conciencia es un menester crucial para la persona que desea hacer cambios importantes en su vida.

La reflexión permite hacer una profunda autocrítica de si mismo, tan necesario para el hombre que desea avanzar hacia algo mejor.
En la vida cotidiana se tiene la costumbre de mirar primero la falta del prójimo y no a sí mismo primero. Muchas veces los errores que observamos en el prójimo, son la proyección de los nuestros; por ello es una empresa imprescindible mirarse a sí; de esta forma también ejercitamos la humildad; ya que mediante la autocrítica nos damos cuenta de las miserias que cargamos.

Es importante también escuchar lo que nos molesta que digan de nosotros, ya que muchas veces los que nos incomoda que digan de nosotros puede servirnos para reflexionar y ser mejores. Puede ser que seamos muy orgullosos por ello no nos gusta que alguien nos diga nuestros defectos; o tal vez nos haga aflorar resentimientos muy grandes que hacen falta sanar. O tal vez nos falte tolerancia, caridad o paciencia con la persona que me dice algo.

Hoy en día, la mayoría de personas esta absorbida por un ritmo de vida “productivo”, en el cual el centro de todas las actividades es básicamente la recompensa material. Las personas ya no caminan, sino corren a sus quehaceres. Ya no hay tiempo de sentarse en la mesa con la familia, sino ahora se come el sándwich y se toma el café parado o caminando.

En la actualidad cada vez predominan los trabajos de lunes a domingo y todo el día, ya no hay tiempo, solo se llega muy cansado a casa; se corta tiempo preciso a fortalecer la dimensión psicológica, social y espiritual de la persona; no hay tiempo para meditar, para la reflexión.

Todo esto conlleva tarde o temprano un sinsentido y vacío, se termina la persona hartándose de sus mismos proyectos basados solo en lo material, la depresión es inminente; no sin antes deteriorar los vínculos relacionales en el trabajo o en la familia.

Los jóvenes de hoy tampoco tienen tiempo de reflexionar; distraer los sentidos parece el objetivo real de una cultura que ofrece música a través de audífonos que aísla al joven de la realidad, y que exalta lo corpóreo (sensualidad), lo que no le permite pensar; volviéndolo manipulable a todo lo que llene sus sentidos.

Es inobjetable que los medios de comunicación: Radio, TV, Internet, etc. No cumplen
el rol educador como para el que fueron creados; sino más bien están siendo utilizados como medios de distracción (distractores) y de influencia malsana; que no lleva a la reflexión ni al diálogo; sino mas bien a la hipnosis colectiva que no da pie al “darse cuenta” ni a la razón. (Sino mire usted los programas que muestran en la TV, y las películas que muestran en el cine, o la música que propalan las emisoras radiales, o tal vez la clase de libros de mayor venta).

Una persona que no reflexiona, es manipulable. Una persona que no reflexiona se deja llevar solo por sus sentidos; solo por su instinto,….. y lo que necesita el hombre civilizado es que utilice la razón para "darse cuenta".